domingo, 22 de agosto de 2010

Como hijos de una misma madre, hoy nos sentimos hermanos.

La celebración de la Pachamama se hace para agradecer, pedir y bendecir los frutos que nos ofrenda la Madre Tierra y para comprometernos a quererla y cuidarla.
Hemos dejado aquí, un punto de referencia en nuestro andar. La apacheta en Casa del Mar será nuestra guía y nuestro altar como peregrinos, en este viaje del cuidado y sentir ecológico.
La Madre Pacha nos ayudará a llegar a destino.


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